sábado, 1 de febrero de 2014

Las miradas de Agosto

A veces es imposible no quedar atraído por una película, y menos si en esta película salen dos de las actrices más conocidas y famosas del mundo. Sin embargo es complicado que esa atracción se termine convirtiendo en una gran película que disfrutes viendo. “Agosto”, es una de esas películas que no pueden dejar indiferente a nadie, es de esas pocas películas en las se puede ver un gran enfrentamiento interpretativo entre dos de las grandes actrices de Hollywood, y es que tanto Julia Roberts, como Meryl Streep, están sobresalientes en esta película y ambas se dan la réplica de manera espectacular en muchas escenas.

“Agosto” es la primera película de este año de la que he salido encantado. Encantado por la fotografía de la película, por cómo se cuenta la historia, por los magníficos personajes secundarios que enmarcan a las dos principales protagonistas, y sobre todo por los dos personajes de Violet y Barbara encarnados por Meryl Streep y Julia Roberts, madre e hija respectivamente en la película. La dureza que existe entre ambas, el odio, el rencor que se entrevé, los silencios pasados que vuelven en forma de afiladas palabras y duros reproches, todo hace que en algunos momentos de la película el espectador llegue a sentir que está siendo testigo incómodo de conversaciones y momentos personales de una familia a la que no pertenece, y a los que no ha sido invitado.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención de esta película son las miradas de los personajes, miradas que a veces decían más que los propios diálogos. Miradas de reproches pasados y presentes, miradas de odio y rencor, miradas tensas e inoportunas, miradas oscuras, miradas ocultas que solo pueden ser imaginadas por el espectador ya que se esconden detrás de unas inmensas gafas, miradas de ausencia, miradas que piden perdón, miradas ausentes y perdidas. Miradas, todas, que hacen que la película cuente y que el espectador comprenda más de lo que el propio guión hace decir a los personajes. “Agosto” es una película dura, cruel a veces, sobre una familia marcada por el carácter de una madre, Meryl Streep, cuyas palabras son alfileres que se clavan no solo en los oídos sino en el alma de sus seres queridos, una madre a la que no le importa como sentarán esas palabras; sin embargo esta madre también habla sin decir nada, hiere sin hablar. Toda la historia de la película se articula en torno a la reunión familiar debida al funeral del padre, que se ha suicidado. Esta muerte, de un marido que ha perdido ya toda esperanza, junto al cáncer que sufre la madre hace que durante la reunión de todos salgan a relucir todas las rencillas familiares que con el tiempo se han ido anquilosando en los corazones de cada uno, esta olla a presión creada por los silencios y el tiempo estalla en mil pedazos en la casa familiar situada en las magnificas llanuras del medio oeste americano. Esta explosión es una de las escenas más tensas, duras y de mayor crueldad verbal que he visto en el cine, y en ellas Julia Roberts (la hija mayor) y Meryl Streep (la madre) están soberbias, no solo por sus diálogos que son durísimos con un rencor latente muy grande, sino por sus gestos. Ambas actrices están enormes durante toda la película, y a mi modo de ver tendrían que ser reconocidas con algún premio por esas actuaciones.

Ya he dicho lo enormes y complejos que son los personajes de Meryl Streep y Julia Roberts, sin embargo no son los únicos personajes de la película. “Agosto” es una gran película porque sus personajes secundarios también colaboran enormemente a ello. El padre, que aunque esté presente durante toda la película, solo aparece al principio en un pseudo-monologo en el que introduce y anticipa lo que pasará durante la película; el marido (Ewan McGregor) de la hija mayor (J. Roberts), ambos representan a la perfección las miradas que he mencionado antes, son una pareja separada que finge no serlo delante de la madre, pero que no terminan por conseguirlo; las otras dos hermanas, una de ellas un poco "ligerilla de cascos" e ingenua a más no poder, la otra consumida por ser la única que se quedo cerca de los padres y con el tiempo se ha ido amargando, hasta que decide que ya no más; también la familia política, la tía materna Mattie Fae, y su marido, ella es uno de los personajes más potentes de la película y sus palabras son dardos igual de certeros y dañinos que las palabras de su hermana (Meryl Streep). Todos estos personajes, cada uno son su personalidad y las miradas que entre todos ellos se lanzan conforman una magnífica película, que ha cumplido con las expectativas que tenía puestas en ella.

Recomiendo a quien le guste el buen cine que vaya a ver esta película: por su plantel de actores, en especial a ver a Julia Roberts y a la grandísima Meryl Streep, ambas bordan sus papeles, y ambas muy merecidamente están nominadas a los premios Oscar; por la magnífica y profunda historia que se narra en la película; por las otras pequeñas historias que también se cuentan; porque aunque sea una película dura, amarga y a veces cruel, te ríes y tiene puntos y golpes de humor que se pueden llegar a aplicar en todas las familias. La factura técnica de la película es también muy buena y el director de la misma cuenta la historia de manera sencilla sin planos ni secuencias grandilocuentes que terminan por desconcentrar al espectador, algo que se agradece. Yo salí del cine con muy buen sabor de boca, es la primera gran cinta que veo este año y de la que salgo con mejores sensaciones que con las que entré; espero que si alguien se anima a ver esta película después de leer esta crítica, la disfrute tanto como lo hice yo. Saludos y hasta la próxima.

Caronte.

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