Excelentísimos
profesores de la cátedra de Obras Hidráulicas de la Escuela Técnica Superior de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de
Madrid; excelsos miembros de la familia ingenieril; destacados prohombres de
las obras hidráulicas me gustaría simplemente saber cómo es posible que con
tanto talento que atesoran los muros de dicho departamento capitaneados por un
catedrático forjado en mil batallas y con tantos años de experiencia, y que
cuenta entre sus filas con el insigne e ilustrísimo Director de la Escuela,
después de 37 días no hayan sido todavía capaces de publicar las notas del
examen correspondiente al segundo parcial de la asignatura. No cabe en mi nimia
cabeza cómo es posible que tales intelectuales, dignos de las más altas
distinciones no hayan sido capaces de corregir los exámenes de unos imberbes y
pueriles estudiantes de quinto curso de carrera cuyos conocimientos apenas
puedes acercarse a los suyos y muy lejos están de llegar algún día a hacer
sombra a sus excelencias.
Estoy más que
seguro de que ha debido de haber algún tipo de error para que las notas que
huelga decir llevarán corregidas desde hace más de dos semanas no hayan sido
todavía publicadas ni en el tablón de anuncios del curso en la Escuela ni por
internet en la plataforma dispuesta para esa misión. Seguro que en secretaria
han extraviado las notas (esas funcionarias despistadas más pendientes del cafelito
de media mañana, o de salirse a fumar un cigarro que de cualquier otra cosa),
¡qué desfachatez!; o puede que hayan sido los bedeles que no hayan colgado las
notas en los tablones, ya que son los encargados de hacerlo, por haber estado
más pendiente de leer algún libro en su garita o de jugar al Candy Crush, ¡qué
panda de vagos! Estoy más que seguro que ha sido algo de este estilo porque si
no, no me explico que una cátedra con tantas mentes privilegiadas hayan podido
olvidar, obviar o simplemente no ser capaces de sacar las notas en el plazo que
se prefijaron. No puede ser, un fallo así sólo puede deberse a mentes
inferiores que no son capaces de procesar tantas cosas a la vez, mentes que ni
de lejos tiene la experiencia que dan los años de profesión, mentes que no
están a la altura de la máxima autoridad en la Escuela; en definitiva mentes de
segunda correspondientes a subalternos.
Pero como a mí no
me gusta la ciencia ficción, y de momento lo que estoy escribiendo es
simplemente eso, creo que ya es hora de pasar a hablar de la realidad. Y la
realidad es que la cátedra de Obras Hidráulicas es una vergüenza total y
absoluta, y sus miembros más preeminentes, el catedrático y el director de la
escuela, que son los que han llevado el peso de la docencia de quinto curso,
son unos ineptos que puede que sean las mentes más brillantes de sus
generaciones y que en algún momento fueran dos grandes profesores (cosa que
dudo sobre todo en el caso del director ya que es bastante más joven que la
momia del catedrático que está a punto de jubilarse además), sin embargo este
curso lo que han demostrado clase tras clase, y ahora aun más con la demora en
la publicación de las notas de los exámenes, es su completa ineptitud para
llevar un departamento docente en la Escuela. Son ya 37 días los que han pasado
desde el pasado 24 de mayo mis compañeros y yo hiciéramos el examen
correspondiente al segundo parcial de la asignatura (coincidente además con el
examen final, cosa que tampoco puedo entender cómo son capaces de hacer algo
tan miserable como quitar una oportunidad a los alumnos que hayan ido un poco
justos con la asignatura, pero este no es el tema hoy y podría dar para otra
artículo ya que no es algo exclusivo al departamento de Obras Hidráulicas); 37
días en los que en este país hemos cambiado al Jefe del Estado, el Real Madrid
se ha hecho con su décima Copa de Europa (por cierto el mismo día que hacíamos
nosotros el examen cuyas notas todavía esperamos, y quizá sea esta la causa de
tanta tardanza ya que varios miembros de este departamento son atléticos
confesos y es probable que tras la victoria del Real Madrid cuando ya estaban
saboreando su primera Copa de Europa les sumiera en una profunda depresión al
darse cuenta que perdían la oportunidad de su vida para ser campeones de Europa),
ha empezado el Mundial de Fútbol del que la campeona España ha salido humillada
de la manera más vergonzosa posible (hecho que también ha podido retrasar la publicación
de la notas) junto con Italia e Inglaterra, además de Portugal; durante estos
días también ha empezado y acabado la Feria del Libro de Madrid, y está a punto
de entrar el mes de julio, lo que hará que al menos de manera psicológica el examen
del que estamos expectantes lo hiciéramos hace dos meses.
Esta es la verdad.
No es normal que para corregir unos exámenes se tiren tanto tiempo. Pero tontos
no son. Y es que para cubrirse las espaldas y a diferencias de lo que hacen
otras muchas cátedras y departamentos, en la convocatoria de examen de Obras
Hidráulicas no se especifican fechas precisas para la publicación de las notas,
ni para la revisión del examen en caso de quejas; textualmente dice: “La fecha
de revisión se anunciará cuando se publiquen las notas (en la segunda quincena
de junio)”. Parece una frase escrita por un gallego, o por el Presidente del
Gobierno, bueno claro ambas cosas ahora mismo coinciden. Así es como se las gastan
en esa excelsa cátedra. Con esto no pueden ser criticados porque no hay ninguna
fecha límite, un escueto “en la segunda quincena de junio” lo dice todo, puede
ser el día 15 y el 30; pues ninguno de los dos (al menos hasta el momento en
que estoy escribiendo este artículo, quizá para dejarme mal la saquen a última
hora con nocturnidad y alevosía como los mejores ladrones de guante blanco). No
sé si esto que hoy critico es algo normal en otras Escuelas o Facultades,, lo
que sé es que en la cátedra de Obras Hidráulicas sí es tradición, al menos este
año (no sé si en años anteriores también han sido tan puntuales a la hora de
sacar las notas), ya que para el primer parcial también tuvimos que esperar lo
que no está escrito para que luego hicieran una serie de carambolas matemática
y algebraicas de aritmética para poner unas notas que nadie sabía exactamente de
donde las habían sacado.
Pero esto es la
segunda parte de la táctica de esta cátedra. Y es que con esta demora a la hora
de publicar las notas lo que se garantizan es que nadie se acuerde ya, ni
siquiera remotamente, de cuáles fueron las respuestas que pusieron en el examen
y por tanto sus excelencias los profesores de la cátedra se ahorran las
reclamaciones posteriores y por tanto algo de trabajo y escuchar a los alumnos
ir a quejarse de su examen infra-evaluado. Pero no sólo eso, parece que este
año las notas van camino de salir en el mes de julio, cuando ya muchos
estudiantes, sobre todo los que viven fuera de la Villa y Corte de Madrid, se
hayan ido a sus casas y hayan comenzado ya sus vacaciones muchos incluso muy
lejos de Madrid. Esta parte de su estrategia, no sé si intencionada o no
(quiero pensar que no es intencionado y por tanto ser “bienpensado” pero hace
ya tiempo que he visto que en mi escuela es mejor seguir ese refrán que dice
así: “piensa mal y acertarás”), es lo que me parece más ruin todavía, porque
todos tenemos derecho a que si no estamos conformes con nuestras notas poder
reclamar ante los profesores, sin embargo con esta tardanza se elimina esa posibilidad
porque, y estoy hablando por mí, si tuviera que ir a reclamar porque no estuviera
de acuerdo con mi nota no podría hacerlo porque no me acuerdo siquiera de qué
puse en el examen, y por tanto quedo a merced de lo que quieran ponerme los
ilustres y nobles profesores de la asignatura porque me el tiempo me quita el
poder de réplica.
Además de todo lo
dicho el no poner una fecha para la publicación de las notas clara y concreta,
lo único que indica es mala gestión del departamento, supongo que por incompetencia
de los encargados del mismo: un catedrático en el ocaso de su carrera
profesional y docente cuyas clases se parecen más a una tarde en el hogar del
pensionista oyendo batallitas sobre sus años ejerciendo la profesión que a lo
que deberían ser; y un profesor encargado de la parte de ejercicios que además
es el Director de la Escuela (nótese aquí que un día su retrato colgará en los
muros forrados de madera de la zona noble de la escuela junto al de personajes,
esta vez sí, tan ilustres e insignes como los Torroja, padre e hijo – no cuento
aquí a la nieta cantante de Mecano –, Fernández Casado, José de Echegaray y
compañía) que se cree que por usar tizas de colores de esas, que se usan en las
guarderías para enseñar y llamar la atención de los más jóvenes párvulos de
nuestra sociedad, es mejor profesor porque hace que todo sea más claro, y no se
da cuenta que más que claridad lo que hace es confundir aún más a los alumnos que
asistimos anonadados a la probada incompetencia a la hora de dar clase de este
ilustre profesor. A parte de mala gestión creo que es una falta de consideración
absoluta por los alumnos, no porque nos la merezcamos este curso en especial
(sería más bien todo lo contrario debida cuenta de la mala educación que
durante todo el curso muchos compañeros mías han mostrado hacia esta asignatura
llegando reiteradamente tarde cuando esto es algo que sobre todo el catedrático
no soportaba), sino simplemente por educación, porque se supone que para ser
profesor de una Escuela tan importante y prestigiosa, al menos en España, hay
que tener cierto nivel personal e intelectual, lo que se demuestra no siendo
igual que los estudiantes. Pero parece que esto no pasa en esta cátedra (aunque
se podría extender a toda la Escuela), durante todo el curso nos exigen
puntualidad para llegar a las clases y luego ellos mismos se pasan la puntualidad
por donde amargan los pepinos. Lo dicho una actitud algo propia de gente
infantil, para nada de profesores de universidad.
Al menos creo que
hay algo de esperanza en esta cátedra en la figura del hijo del catedrático,
que esperemos termine por jubilarse prono, un chaval relativamente joven y con
ganas al que hemos tenido en un puñado de clases sustituyendo a alguno de los
dos profesores anteriormente citados. Este chaval sí se prepara bien las clases
y las estructura, y aunque también usa tizas de colores al menos sabe usarlas
para ser más claro (podría tomar nota el Director, que vaya últimas clases nos
dio este año, dignas de una comedia de Lope de Vega, o de los hermanos Álvarez Quintero).
Es posible que en unos años esta cátedra vaya algo mejor, tengo esperanza de
que eso que últimamente tanto se dice sobre la renovación generacional llegue a
mi escuela (habría mucho que hacer en esos términos), y que los jóvenes
profesores a la sombra de los egos de los momificados catedráticos se abran
paso y modernicen un poco las formas. Al término de mi este artículo sigue sin
haber noticia de la publicación de las notas de esta cátedra. Lamentable. En
otras asignaturas, por ejemplo Caminos y Aeropuertos (cuyo examen del 2º
parcial se realizó el 27 de mayo, y el final creo que el 17 de junio) ya tienen
publicadas hasta las actas provisionales de la asignatura, es decir las notas
que previsiblemente y a falta de las últimas revisiones aparecerán en los
expedientes; supongo que son formas diferentes de trabajar y de entender la
responsabilidad de un departamento para con las notas de los alumnos.
Caronte.