Para hacer la
crítica de “La Gran Estafa Americana” he tenido que dejarla reposar en
mis meninges unos días para poder digerirla perfectamente y escribir una
crítica lo más objetiva posible. Esta película era una de las más esperadas de
este año y es una de las favoritas a los Premios Oscar del próximo 3 de marzo.
Debido a estas grandes expectativas tanto por parte del público como de la
crítica he preferido no dejarme guiar por la primera impresión que me dio la
película en el cine. Hace ya unos días que la vi, y “La Gran Estafa Americana” me sigue pareciendo un pequeño
caos.
He de decir que
cumple con la mayor parte de las expectativas que había levantado, aunque
también es verdad que desde mi punto de vista a la película le sobran algunos
diálogos innecesarios que hacen que en ocasiones se haga un poco pesada y
larga. El director de la cinta, David O. Russell, vuelve a demostrar que le ha
pillado el tranquillo a Hollywood y a esto de dirigir y con esta película ya
lleva tres nominaciones a los Oscar a mejor dirección desde 2010. En “La Gran Estafa Americana” vuelve
a repetir parte del reparto de sus anteriores películas, como Jennifer Lawrence
y Bradley Cooper (“El lado bueno de
las cosas”), y Amy Adams y Christian Bale (“The Figther”). Estos cuatro actores conforman un reparto más
que excepcional y en el fondo son los que hacen que esta película haya sido tan
esperada y aclamada. Hay que destacar que O. Russell ha conseguido, con esta
película, que nominen a los cuatro actores para los Oscar, teniendo Jennifer
Lawrence muchas opciones de ganar su segunda estatuilla.
En el plano
interpretativo me gustaría destacar la actuación de Christian Bale (el actor de
la última trilogía de Batman, y que ya ganó el Oscar por “The Figther”) que borda su papel de estafador profesional
tanto en el ámbito de los negocios como en el privado. Además su cambio físico
para interpretar a este personaje es impresionante: ha pasado de ser un “tío
bueno macizorro “, hablando mal y pronto, a ser un señor gordo con una panza
digna del mejor Sancho. Hace unos años este cambio físico tan radical le
hubiera casi servido en bandeja de plata un Oscar, pero este año la cosa está
bastante reñida. Sin lugar a dudas, para mí, el personaje más histriónico de la
película es el que interpreta Bale, y a su vez el que más me ha gustado y al
que mas me he creído. Por su parte Bradley Cooper, digno ganador del Oscar con
“El lado bueno de las cosas”
donde hizo un papel muy convincente, en esta ocasión le he visto demasiado
sobreactuado, como intentando caer bien, dándole un toque cómico a su personaje
que lo único que consiguió es que me cansara de él. Por parte del elenco
femenino de actrices, Amy Adams hace un muy buen papel, sólido y convincente,
probablemente es el personaje más creíble de toda la película; y Jennifer
Lawrence, que ya ganó su primer Oscar con “El
lado bueno de las cosas” y que puede repetir este año, hace un papel
que para mi gusto está demasiado forzado y rebuscado, y en el fondo no le veo
demasiado sentido, esto no quita para que sea el personaje más divertido de
toda la película, y Jennifer Lawrence lo hace muy bien, aunque no está para Oscar.
Como apunte adicional al reparto hay que decir que hay una aparición estelar
durante la película, una especie de cameo que nadie se espera, por parte de
Robert de Niro, que como siempre es una delicia verle actuar, aunque en este
caso sean escasos 10 minutos.
Como ya he
apuntado, el desarrollo de la película me ha parecido caótica, no te llegas a
perder, porque está bastante bien contada a pesar de los flashbacks que se
permite hacer O. Russell para presentarnos la vida de los dos principales
protagonistas (Bale y Adams). Es por esta razón sobre todo, por la que pienso
que la película se hace más larga de lo deseable, teniendo en cuenta que
algunas regresiones al pasado son bastante innecesarias. Además hay diálogos
sobre todo en los primeros cuarenta minutos, que me da sensación de que o los
guionistas o el director no supieron calibrar su impacto en la película, porque
hacen que el principio de la misma resulto tedioso y casi difícil de aguantar.
Una vez planteada la historia de los personajes principales, e incorporados los
secundarios (Cooper y Lawrence), la película se anima, y empieza a avanzar a
mayor ritmo dándole vida a los personajes y levantando los ánimos de los
espectadores. Aunque la película va cogiendo ritmo hasta el final, David O.
Russell, de manera exótica e inexplicable, por decir algo, se permite en
algunos momentos pararlo en seco, meter un diálogo como los del principio de la
película, y volver a retomar el ritmo frenético que termina por imponerse en la
película. El ritmo que O. Russell logra imprimir a la película, lo consigue
gracias en gran parte a la magnífica banda sonora (no original) de la misma,
por los estrafalarios trajes y vestidos que visten los personajes, por el
ambiente en el que se empiezan a mover éstos, por el choque entre la mujer y la
amante de protagonista (Lawrence, Adams y Bale, respectivamente), por las
escenas tan inesperadas que el espectador va viendo pasar por la pantalla, etc.
La combinación de
todo esto, como ya he dicho, me resultó un pequeño caos. Caos porque,
aparentemente no hay un orden a la hora de contar la historia, caos a la hora
de presentar a los personajes, caos por la interrupción del ritmo de la
película con diálogos impertinentes. Dicho lo cual, también quiero añadir que
en el ámbito interpretativo “La Gran
Estafa Americana” es muy buena, tiene grandes actores jóvenes que van
cogiendo el relevo de los viejos, y que en el fondo son las futuras caras del
cine. La historia también es interesante, ya que en parte es real, y muestra la
corrupción desde un punto de vista algo más cómico, que es de agradecer. Lo
único que no me gustó de “La Gran
Estafa Americana” es su principio, que me resultó cargante y duro de
aguantar, los cambios de ritmo injustificados que hace O. Russell, y la
sensación de película caótica que te deja en el cuerpo. Si alguien quiere ir a
verla que lo haga, se lo recomiendo, aunque yo saliera a medias, más que nada
porque es una de las grandes favoritas para los Oscar de este año, aunque
sinceramente una vez vista no creo que vaya a ser la triunfadora. Hasta la
próxima.
Caronte.
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