sábado, 8 de febrero de 2014

La Gran Estafa Americana

Para hacer la crítica de “La Gran Estafa Americana­­­­ he tenido que dejarla reposar en mis meninges unos días para poder digerirla perfectamente y escribir una crítica lo más objetiva posible. Esta película era una de las más esperadas de este año y es una de las favoritas a los Premios Oscar del próximo 3 de marzo. Debido a estas grandes expectativas tanto por parte del público como de la crítica he preferido no dejarme guiar por la primera impresión que me dio la película en el cine. Hace ya unos días que la vi, y “La Gran Estafa Americana” me sigue pareciendo un pequeño caos.

He de decir que cumple con la mayor parte de las expectativas que había levantado, aunque también es verdad que desde mi punto de vista a la película le sobran algunos diálogos innecesarios que hacen que en ocasiones se haga un poco pesada y larga. El director de la cinta, David O. Russell, vuelve a demostrar que le ha pillado el tranquillo a Hollywood y a esto de dirigir y con esta película ya lleva tres nominaciones a los Oscar a mejor dirección desde 2010. En “La Gran Estafa Americana” vuelve a repetir parte del reparto de sus anteriores películas, como Jennifer Lawrence y Bradley Cooper (“El lado bueno de las cosas”), y Amy Adams y Christian Bale (“The Figther”). Estos cuatro actores conforman un reparto más que excepcional y en el fondo son los que hacen que esta película haya sido tan esperada y aclamada. Hay que destacar que O. Russell ha conseguido, con esta película, que nominen a los cuatro actores para los Oscar, teniendo Jennifer Lawrence muchas opciones de ganar su segunda estatuilla.

En el plano interpretativo me gustaría destacar la actuación de Christian Bale (el actor de la última trilogía de Batman, y que ya ganó el Oscar por “The Figther”) que borda su papel de estafador profesional tanto en el ámbito de los negocios como en el privado. Además su cambio físico para interpretar a este personaje es impresionante: ha pasado de ser un “tío bueno macizorro “, hablando mal y pronto, a ser un señor gordo con una panza digna del mejor Sancho. Hace unos años este cambio físico tan radical le hubiera casi servido en bandeja de plata un Oscar, pero este año la cosa está bastante reñida. Sin lugar a dudas, para mí, el personaje más histriónico de la película es el que interpreta Bale, y a su vez el que más me ha gustado y al que mas me he creído. Por su parte Bradley Cooper, digno ganador del Oscar con “El lado bueno de las cosas” donde hizo un papel muy convincente, en esta ocasión le he visto demasiado sobreactuado, como intentando caer bien, dándole un toque cómico a su personaje que lo único que consiguió es que me cansara de él. Por parte del elenco femenino de actrices, Amy Adams hace un muy buen papel, sólido y convincente, probablemente es el personaje más creíble de toda la película; y Jennifer Lawrence, que ya ganó su primer Oscar con “El lado bueno de las cosas” y que puede repetir este año, hace un papel que para mi gusto está demasiado forzado y rebuscado, y en el fondo no le veo demasiado sentido, esto no quita para que sea el personaje más divertido de toda la película, y Jennifer Lawrence lo hace muy bien, aunque no está para Oscar. Como apunte adicional al reparto hay que decir que hay una aparición estelar durante la película, una especie de cameo que nadie se espera, por parte de Robert de Niro, que como siempre es una delicia verle actuar, aunque en este caso sean escasos 10 minutos.

Como ya he apuntado, el desarrollo de la película me ha parecido caótica, no te llegas a perder, porque está bastante bien contada a pesar de los flashbacks que se permite hacer O. Russell para presentarnos la vida de los dos principales protagonistas (Bale y Adams). Es por esta razón sobre todo, por la que pienso que la película se hace más larga de lo deseable, teniendo en cuenta que algunas regresiones al pasado son bastante innecesarias. Además hay diálogos sobre todo en los primeros cuarenta minutos, que me da sensación de que o los guionistas o el director no supieron calibrar su impacto en la película, porque hacen que el principio de la misma resulto tedioso y casi difícil de aguantar. Una vez planteada la historia de los personajes principales, e incorporados los secundarios (Cooper y Lawrence), la película se anima, y empieza a avanzar a mayor ritmo dándole vida a los personajes y levantando los ánimos de los espectadores. Aunque la película va cogiendo ritmo hasta el final, David O. Russell, de manera exótica e inexplicable, por decir algo, se permite en algunos momentos pararlo en seco, meter un diálogo como los del principio de la película, y volver a retomar el ritmo frenético que termina por imponerse en la película. El ritmo que O. Russell logra imprimir a la película, lo consigue gracias en gran parte a la magnífica banda sonora (no original) de la misma, por los estrafalarios trajes y vestidos que visten los personajes, por el ambiente en el que se empiezan a mover éstos, por el choque entre la mujer y la amante de protagonista (Lawrence, Adams y Bale, respectivamente), por las escenas tan inesperadas que el espectador va viendo pasar por la pantalla, etc.

La combinación de todo esto, como ya he dicho, me resultó un pequeño caos. Caos porque, aparentemente no hay un orden a la hora de contar la historia, caos a la hora de presentar a los personajes, caos por la interrupción del ritmo de la película con diálogos impertinentes. Dicho lo cual, también quiero añadir que en el ámbito interpretativo “La Gran Estafa Americana” es muy buena, tiene grandes actores jóvenes que van cogiendo el relevo de los viejos, y que en el fondo son las futuras caras del cine. La historia también es interesante, ya que en parte es real, y muestra la corrupción desde un punto de vista algo más cómico, que es de agradecer. Lo único que no me gustó de “La Gran Estafa Americana” es su principio, que me resultó cargante y duro de aguantar, los cambios de ritmo injustificados que hace O. Russell, y la sensación de película caótica que te deja en el cuerpo. Si alguien quiere ir a verla que lo haga, se lo recomiendo, aunque yo saliera a medias, más que nada porque es una de las grandes favoritas para los Oscar de este año, aunque sinceramente una vez vista no creo que vaya a ser la triunfadora. Hasta la próxima.


Caronte.

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