El pasado 6 de
febrero se produjo en territorio español, digan lo que digan el Ministro del
Interior, el director de la Guardia Civil o el sursuncorda, un hecho tan
lamentable y vergonzoso que a todos los españoles nos debería hacer reflexionar
sobre qué moral y ética estamos dejando que se imponga en esta sociedad. Creo
que es obvio que estoy hablando de la trágica muerte de, hasta la fecha y que
se sepa, 15 personas que querían ser libres y poder tener una vida mejor. Desde
el pasado 6 de febrero en este país se han ido sucediendo declaraciones, a cada
cual más estrambótica y lamentable, con las que se ha intentado quitar
dramatismo a un asunto de la máxima gravedad.
La muerte de 15
personas, en las condiciones tan lamentables en que se produjeron, debería
hacernos sonrojar a todos y hacer que se nos cayera la cara de vergüenza por
tener unos políticos y unas autoridades que están muy por debajo del umbral de
lo que se diría decente. Los 250 inmigrantes que el pasado 6 de febrero
intentaron entran en España lo único que quería era encontrar la libertad, y un
futuro que simplemente por ser africanos se les niega, incluso en sus propios países
de origen. Futuro es lo que todo inmigrante busca desde el momento que toma la decisión
de abandonar su hogar y a sus seres queridos, la tierra en que nació, y
lanzarse a lo desconocido. Es complicado para los que nacemos en una sociedad
occidental desarrollada, en este caso Europa que es donde pretendían llegar
estas 15 personas, qué es no tener futuro; y es complicado porque en sociedades
como la nuestra, desde que nacemos tenemos prácticamente asegurado todo:
sabemos que vamos a tener un futuro, mejor o peor, es cierto, pero sabemos que
lo tendremos y solo dependerá de nosotros cómo será ese futuro. Sin embargo
aquellas personas que deciden emigrar y convertirse en inmigrantes en otro
país, no lo hacen por gusto, o como alguna ministra iletrada de este gobierno
nos ha intentado colar, para mejorar nuestra visión del mundo y enriquecerla;
todas aquellas personas que deciden dejarlo todo atrás lo hacen porque no
tienen esperanza, ilusión, futuro.
Creo que cualquier
persona con un poco de sensibilidad, corazón, alma, se puede imaginar qué tuvieron
que sentir esas personas cuando el 6 de febrero, tras haber intentado pasar por
tierra la frontera entre Marruecos y España en Ceuta, decidieron lanzarse al
mar y llegar nadando a territorio español y mientras intentaban llegar a nado a
la orilla verse rodeados por disparos de la Guardia Civil, que en vez de
socorrer a estas personas usaron contra ellas material antidisturbios (hecho
confirmado por el Ministro del Interior, y negado por el director de la Guardia
Civil), sin lugar a dudas siguiendo órdenes de mandos superiores. Seguro que
cualquier persona normal puede imaginarse cómo debe ser morir sintiendo
angustia, miedo, terror y frío, porque el agua del Mediterráneo en invierno y a
las 8:00 de la mañana está bastante fría.
Muy pocos
estómago, decencia, y escrúpulos han demostrado tener aquellas personas que se
supone deben asegurar el buen funcionamiento de este país, desde el Ministro
del Interior, hasta el más raso de los diputados del PP que han tenido la
suficiente desfachatez para salir corriendo a defender a capa y espada a la
Guardia Civil (que iba armada con pistolas de pelotas de goma) e ignorar a las
los 15 seres humanos que habían perdido la vida de manera tan triste. Pero quien
en este suceso ha mostrado una actitud más prepotente y altiva, ha sido el
director de la Guardia Civil (por cierto amigo íntimo de Rajoy, así que olvidémonos
de dimisiones o ceses); como digo la actitud de este señor me ha resultado
repulsiva y sobre todo miserable, porque hay que ser miserable para decir que
las ONGs debería preocuparse más de los agentes de la Guardia Civil heridos
cada vez que hay una manifestación o un altercado y menos por otros asuntos,
entiendo que por otros asuntos se refiere claramente a los 15 seres humanos que
han perdido la vida intentando encontrar un futro para ellos (traducido a la jerga
fachosa del PP los 15 negratas de mierda que vienen a España a robar y
delinquir).
No me gustaría
frivolizar sobre un tema que me parece muy serio y de suma gravedad. Sé que la inmigración
ilegal no debería ser un problema único de España, Italia, o los países del sur
de Europa; sé que la Unión Europea debería implicarse mucho más de lo que lo
hace, no solo dotando a los países que más inmigración recibimos con más
medios, sino luchando de manera activa en los países de origen de todos estos
inmigrantes donde la mafias se enriquecen a costa de arriesgar las vidas de
seres humanos vendiéndoles la ilusión de un futuro mejor. Sin embargo la Unión
Europea, aunque se implicara más, nunca sería culpable de que desde algún mando
superior de la Guardia Civil se decidiera usar material antidisturbios
directamente sobre personas indefensas y desarmadas que intentan llegar a
tierra nadando, dando como resultado la muerte de 15 de ellas. La
responsabilidad de estas trágicas muertes recae sobre el Gobierno de España, y
sobre los responsables últimos de los agentes de la Guardia Civil, como son su
Director General y el Ministro del Interior, pero teniendo en cuenta que ambos
dos parecen salidos de una foto en blanco y negro de los años 60, los años más
fascistas de la dictadura franquista, pues es lógico que no vaya a haber
ninguna dimisión ni ningún cese. Esto es España; en cualquier país decente, no
sólo estas personas habrían asumido responsabilidades sin que nadie se las
pidiera, sino que la sociedad estaría clamando por que se asumieran
responsabilidades por tamaña tragedia.
Otro asunto
lamentable relacionado con esta tragedia es el leve y sutil tratamiento
informativo que ha tenido en los informativos de TVE, la televisión pública de
todos. No es novedad que el PP, que controla la televisión en todas y cada una
de las comunidades en las que gobierna, haya manipulado los informativos de
TVE, desde que cambió a todo el equipo directivo del ente RTVE, se ha venido observando
un descenso más que notable en la calidad informativa y en el nivel de
frivolidad que a veces se muestra en los informativos dando más trascendencia a
“noticias” absurdas más propias de TeleCinco, que a noticias y sucesos de interés
general. Como no podía ser menos, en este asunto la cobertura de TVE ha sido
tan sutil que casi se citaba en los informativos de manera casual y sin ganas
de profundizar en la información como queriendo que la noticia pasara pronto y
que la gente no se diera ni cuenta de ella. Se han dedicado más minutos a
analizar el partido de Champions del FC Barcelona que a interesarse por la
muerte de 15 seres humanos en las aguas del Estrecho de Gibraltar.
Antes de acabar también
me gustaría reseñar la miseria moral y ética de nuestra clase política, y hablo
por parte de los dos partidos principales de este país, aunque por haber
ocurrido gobernando la derechona, ha sido el PP el que más ha mostrado esa poca
altura moral. Y es que estoy más que seguro que si en vez de que hubieran
muerto 15 inmigrantes ilegales negros, estas muertes hubieran sido de cadetes españoles
del ejército del aire muertos en un atentado terrorista, por poner un ejemplo,
la situación hubiera sido más que diferente. En primer lugar el PP hubiera
sacado a pasear ese espíritu patriota que tan interiorizado tiene y se hubiera
puesto en punta de lanza para honrar a los caídos por España; y en segundo
lugar, el PP estaría anunciando con suma celeridad una investigación exhaustiva
para coger a los responsables de la matanza. No quiero que se me malinterprete por
esto último que he dicho: para mí ambos sucesos serían igual de trágicos, y
ambos merecerían la misma respuesta por parte de nuestras autoridades. Pero
para el PP, los cadetes muertos serían víctimas honrosas que merecerían todos
los honores que el Estado puede otorgar; mientras que los 15 inmigrantes
muertos no son más que muertos de tercera
clase. Por otro lado, siempre que pasa algún suceso de este tipo, en el que
el PP muestra se verdadera cara, el PSOE siempre intenta sacar tajada diciendo
que son ellos los únicos que se preocupan de verdad por las personas más
desfavorecidas. Y es en este momento cuando empieza la batalla del “y tú más”,
que por cierto ya cansa.
Para acabar
simplemente me gustaría pedir a quien tenga en su mano hacer algo, que lo haga.
Que estos dramas derivados de la inmigración se acaben, no solo en España sino también
en otros países del sur de Europa como Italia o Grecia. Pido que los países
europeos se impliquen en solucionar un problema muy complejo como es la inmigración,
que depende de muchas variables y cuya solución no se puede alcanzar luchando
de manera individual. Las personas que arriesgan su vida metiéndose en pateras
atestadas y peligrosas, que intentan cruzar una frontera saltando una valla o
en los bajos de un camión, no vienen a Europa a delinquir, vienen a buscar un
futuro que se les niega desde que nacen y que les venden las mafias al otro
lado de nuestras fronteras. De verdad intentemos presionar a la casta política de
este país para que se involucren más en este asunto y no se vuelvan a producir
este tipo de tragedias, y que no vuelva a morir ni una persona más por intentar
encontrar un futuro. Espero también que la mentalidad de nuestros políticos cambie
para que no vuelvan a tratar a estos muertos como muertos de tercera.
Caronte
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